El amor no acaba
Ese es el mensaje que nos quiere dejar el final de la décima temporada de Will & Grace, como dice la canción que suena al final de esta "Love is in the air" y nunca mejor dicho porque todo ocurre en un aeropuerto.
La sitcom de la NBC siempre nos muestra a los protagonistas luchando por el amor más allá del que les suministra la amistad, de una forma u otra lo consiguen y luego lo pierden, un ejemplo es el alocado Jack McFarland que en la décima temporada afinca su amor.
Las alocadas historias de los protagonistas se suceden entre líos familiares como es la unión entre la madre de Will y el padre de Grace, problemas amorosos como la separación de Karen y sus amoríos, y las situaciones amorosas como el futuro matrimonio de Jack, el amo que encuentra Grace en un crítico y cínico newyorkino y el de Will con un ególatra presentador de televisión. También volvemos al principio de todo como es la vuelta al teatro de Jack, la separación de Will y Grace por vivir con sus parejas y los problemas que le ocasionan entre ellos.
El final sorprendentemente surrealista con una gran actuación tras la boda de Jack en un aeropuerto destaca un mensaje positivo de la serie, además del flechazo que sufre Grace que vuela en busca de este, con un final de buen sabor de boca y con la vuelta de Smitty, la sitcom se despide hasta septiembre aproximadamente con su úndecima temporada.
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