Desde que Reese Whiterspoon comenzó a producir la exitosa Big Little Lies no ha puesto freno en las producciones, siendo la última, la adaptación en miniserie de la novela homónima de Celeste Ng.
La miniserie emitida por Hulu nos traslada a 1996 en Shaker Heights, una localidad de Ohio donde Elena Richardson, una periodista local compagina el ser ama de casa, su vida social y el trabajo con orgullo siendo un ejemplo para muchas de las familias de la zona mientras cría a sus adolescentes hijos, Lexi, Trip, Moody e Izzy junto a su marido Bill; a su vez al vecindario llega Mia Warren, una artista ambulante que va con su hija Pearl a diversos lados de Estados Unidos donde poder llevar su arte.
Elena alquila a Mia su segunda propiedad mientras acepta a Pearl en su familia quien conecta enseguida con su hijo pequeño Moody; Mia y Elena comienzan una relación entre secretos e historias que afectarán a sus vidas.
Para empezar mi crítica, quiero decir que es la primera vez que veo a Kerry Washington trabajando ya que no había visto ninguno de sus proyectos anteriores, sí, no he visto la más que aclamada Scandal; pero no puedo deciros que no vuelva a ver un proyecto suyo porque me ha fascinado su actuación. La serie está plagada de grandes actuaciones y no puede ser menos, teniendo en cuenta el gran reparto que tiene, Whitherspoon, Washington, Joshua Jackson (The Affair) y Rosemarie DeWitt (La boda de Rachel) son los grandes protagonistas en cuanto a los adultos de la ficción; los cuatro han sabido mezclar el odio, el llanto, la rabia, el querer y la desesperación en sus personajes, ofreciendo un combo especial al espectador.
Otra punto a favor de la serie, es su estructura, todo es un flashback; el presente mostrado son los primeros minutos de la serie y todo lo demás, aunque corre de forma lineal, es el pasado hasta llegar al momento inicial de la ficción, haciendo al espectador más interesado en la historia, por saber como sucedió lo que se nos dice; además, en un sentido metalinguístico, ese gran flashback que es la serie, tiene otros flahsback a la vez más pasados que ayudan a entender mejor todo; es decir, una conjunción de diversos tiempos que causan una explosión en la mente del espectador, haciéndola más interesante aun.
El racismo, la diferencia de clases, la vida rural y la cosmopolita, el sentido de la familia, la maternidad y la educación, todo se une para dar a mi gusto, la mejor serie del 2020. Little Fires Everywhere.
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