La película ganadora de todo cuanto es nominada, es la adaptación cinematográfica del libro de Jessia Bruder, "Nomadland", una novela no ficticia que narra el movimiento de los "nomads", aquellas personas que se embarcan con una caravana o una furgoneta por todo el país tras un suceso ocurrido en su vida, sobre todo derivado de la crisis económica del 2008.
Gracias a ello y de la mano de una de las mayores estrellas de Hollywood, la anti-hollywood, Frances McDormand, Zhao crea un drama ficiticio dentro de una realidad desconsoladora, creando una película-documental donde lo que verdad importa es el sentimiento, el pensar que es la vida y las personas que se cruzan por el camino.
Para ponernos en contexto, Zhao introduce a la ficticia Fern (McDormand), una mujer de Empire, Nevada; que tras perder duramente a su marido Bob y después, su trabajo por la crisis, vende sus posesiones y se lanza a la carretera con una furgoneta para intentar sobrevivir con pequeños trabajos temporales que la ayuden a costearse lo básico en su viaje. En ese viaje, viaja a Dakota del Sur, a los famosos Badlands, donde se reúne con un grupo de personas que viven como ella, huyendo de esas decepciones de la vida, y viviendo nuevas experiencias.
La película, aunque algo lenta, fluye detenidamente contándonos esta etapa en la vida de Fern, donde nos habla de como era su vida y qué le llevó a vivir de esa forma, entre medias, conocemos la vida de "nomads" de verdad que se interpretan así mismos, dando esa imagen de documental.
La interpretación de McDormand es excepcional, ella no se amolda al papel, ella es el papel, es una más en esa comunidad de "nomads" y hace que este filme sea más un documental que un largometraje. El papel de McDormand, podría perfectamente arruinar el filme al dar un toque demasiado ficticio o surrealista, pero se funde de tal forma que ni lo notamos, al igual que el papel de Dave (David Strahairn), que si no es por los créditos finales y por su nominación al Oscar o su Emmy, no creemos que es un "nomad".
Otro punto a destacar es el cuidado de la imagen, los planos, las luces, los paisajes, todo se aúna en un compendio de maravillas que hacen al espectador replantearse las cosas, estar triste e incluso sentirse algo agobiado por ese término de soledad que tanto se nos muestra. Una maravilla a la vista.
En conclusión, Nomadland, merece la pena; te hace pensar, te hace sentir y te hace ver más allá. No sabremos como le irá en más grandes premios de Hollywood, pero podemos decir que es una de las mejores películas de este año.
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