Tras 11 temporadas de emisión entre 1998 y 2020 y un reboot, la comedia gay por excelencia ha llegado a su fin. Will & Grace se han despedido finalmente.
En 1998, la NBC estrenó la primera serie cuyos protagonistas eran gays, la comedia Will & Grace abrió las puertas al colectivo LGTBI por primera vez en la televisión; la serie protagonizada por Debra Messing, Eric McCormack, Megan Mullaly y Sean Hayes estuvo en emisión durante 8 temporadas hasta 2006.
Pero con la llegada de los reboots, la cadena renovó a Will & Grace por su novena temporada en 2017 así hasta la undécima en 2019, siendo la última y definitiva temporada de la serie.
A partir de aquí hay spoilers.
Will & Grace supo renovarse y explicar el final anterior como una alucinación de Karen por su ingesta excesiva y corriente de alcohol y drogas; la undécima temporada se estrenaba con una Grace que volvía de su viaje por Italia con uno más, estaba embarazada. Siguiendo con su sueño, Will decidía emprender el camino junto a Grace y ser padre por gestación subrogada con una madre joven, la estrella invitada Demi Lobato.
El viaje de los dos protagonistas como futuros padres marca la última temporada de la serie, que ha sabido acabar en el momento idóneo y con el mejor final, la hora de Grace, Jack cumpliendo su sueño y Will y Karen viendo que lo que más deseaban volver a sus vidas.
El final tras solo tres temporadas ha sido temprano, pero oportuno, bonito y apropiado, asentando la vida de los protagonistas y haciendo uno de los mejores detalles de la serie, un capítulo en honor a la serie cómica por excelencia de Estados Unidos, I Love Lucy.
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