Navegar por aguas profundas siempre ha sido motivo para el misterio y el suspense como primeramente destacó Homero con la Odiseo, continuando con la temática, Herman Meville con Moby Dick, H. P. Lovecraft con sus cuentos o Agatha Christie con Muerte en el Nilo. Esta última, autora por referencia de la novela negra ha sido la última de las grandes escritoras de misterio, de la cual, todos tenemos, al menos, un libro en nuestra biblioteca. Actualmente, ese legado de Christie, se ha intentado conquistar por multitud de escritores, pero en realidad, el séptimo arte ha sido quien ha conseguido llegar al público de una manera más certera.
En este caso, hablamos de La mujer del camarote 10. La película, que recién ha estrenado Netflix sobre misterio en un barco, es la adaptación de la novela de mismo nombre de Ruth Ware. Un éxito en ventas que ha llegado al gran público por la pantalla. 
Protagonizada por la afamada Keira Knightley, supone un reclamo para el público en este mes de inclemencias temporales en el que apetece tumbarse en el sofá con una mantita finita y ver una película. 
La película que además cuenta con un reparto reconocido como el veterano Guy Pearce, la premiada Hannah Waddingham, la joven Kaya Scodelario o David Ajala, es una nueva inmersión en el cine de suspense y policíaco de la mano, esta vez, de una periodista aclamada, Laura Blacklock, quien, trabajando en un reportaje en un yate rodeada de millonarios por los fiordos noruegos, ve caer a una mujer al mar, pero nadie lo ha visto y debe comenzar una investigación peligrosa. 
Volviendo al principio, la película navega por aguas profundas y oscuras por un mundo cinematográfico muy copado y complicado, el suspense. En una época en la que pocas cosas pueden llegar a poner los pelos de punta, meterte en la trama, y en la que se ha perdido la inocencia frente a estas cuestiones con películas del tipo slasher, parece que La mujer del camarote 10 consigue atravesar fuertes corrientes marinas y llegar al espectador.
A través de una atmósfera oscura constante, planos lúgubres por lugares angostos durante toda la película como ese pasillo de camarotes que, en realidad, es el verdadero protagonista de la trama o la duda entre la paranoia y la verdad, el largometraje de poco más de una hora y media, llega a asustar, asfixiar, poner los pelos de punta y el corazón a mil por hora. 
Cierto es, que mucho de ello tiene que ver con la interpretación de Knightley. La conocida actriz de Orgullo y Prejuicio o The Imitation Game, cumple con un papel exquisito lleno de primeros planos a sus expresiones faciales que hacen que nos sumerjamos en su desesperación durante sus intentos por demostrar que lo que vio fue real, frente a las burlas y ataques de sus compañeros de barco. Dios, está encerrada con 6 personas que la tachan constantemente de loca y que pueden ocultar algún secreto que hacen peligrar su vida.
Eso sí, no es un papel de éxito en el que se pueda brillar y sacar todo el potencial al tener un guion en realidad, sencillo, el guion de la película perfecta para entretenernos y mantenernos pegados a la pantalla hasta el final, pero sin un trasfondo más profundo que hacer el mundo "algo mejor de lo que es".

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