Con una botella especial, la llenas de agua, enganchas la botella a la máquina, te gasifica el agua (te la llena de gas) más tarde pones sobre la tapa una especie de cápsula que dentro contiene un líquido de sabor (limón, frutas del bosque, té, naranja, de todo) aprietas la cápsula sobre la botella, y sale el líquido de sabor, se mezcla con el agua, y Voilà! tienes un refresco casero, con toda la comodidad, de hacerte un refresco en tu casa.
¿Quién no ha querido nunca una máquina de refrescos en su casa?